El fútbol ha cambiado mucho desde lo que nuestra no tan larga memoria alcanza a recordar. Hablo de esos preciosos años noventa, que vivieron su apogeo en el 94 cuando el frikismo futbolístico era absoluto, en gran parte gracias a las colecciones de cromos (siempre de Ediciones Este, nunca de Panini). Aún no conocíamos a ese personaje llamado Bosman (¿alguien le conoce por algo que no sea la ley que lleva su nombre?) y solo podía haber 3 extrangeros por equipo. Voy a hacer mediante una simple alineación un homenaje a todos aquellos niños de los 90 que veíamos el fútbol todavía como una ilusión y no como el despechado negocio de futbolistas repeinados, comisiones por traspasos y giras por paises asiáticos, que es ahora.
Voy a dar 11 nombres en forma de alineación. 11 nombres que sentaron cátreda en su tiempo. 11 jugadores con una década de fútbol de primera en sus botas, algunos de ellos incluso internacionales. Sin embargo, 11 hombres que hoy en día no habrían llegado a debutar en primera por culpa de la invasión brasileña, croata o marfileña que invade el fútbol de hoy en día.
En la portería un valor seguro. Ceballos, siempre Ceballos. Siempre en el Rácing y siempre titular. Cántabro a matar y portero sobrio sin alardes. Sonó incluso para el Barça y era siempre el teórico cuarto portero de la selección. Un hombre de club de los de antaño que, sin embargo, hoy en día no hubiera llegado más allá de utillero. Un portero de verdad, de los que no iban con toalla i bote de bebida isotónica.
El lateral derecho defendido por Jorge Otero. Lateral de los de antes: férreo en el marcaje, duro e inoperante en ataque. Pasó por Celta, Valencia, Betis y Atlético de Madrid y si mal no recuerdo incluso internacional. Uno de esos laterales que recorrían decenas de kilómetros en cada partido pero no se cansaban.
El lateral izquierdo, como no, el "Chucho" Solana. Debutó en el Madrid, aunque la fama le llegó en los doscientos años que estuvo en el Zaragoza. Un jugador pionero, almenos en lo que a las perillas se refiere. Estuvo envuelto en la polémica arbitral más famosa del fútbol patrio, la del "Rafa no me jodas". De hecho ahí demostró ser perro viejo. Fué él el que le metió la galleta a Couto, per el expulsado fue Aguado (otro que podría haber entrado en este equipo...)
La pareja de centrales es para Paco Jémez y Lorenzo Juarros "Loren". No se si me he visto influenciado por la sonoridad de sus apellidos, pero los dos demostraron sobradamente ser dos centrales marrulleros, efectivos y elegantes a la vez.
Paco, debut fugaz en el Rayo y después muchísimos años en Depor y Zaragoza, internacional e incluso mundialista, si la memoria no me falla. Loren, el mítico compañero de Pikabea, un central austero pero rápido al corte y sobretodo duro, durísimo, de la escuela del maestro Pablo Alfaro.
El medio centro (antes de que hubiera pivotes, volantes defensivos, centrocampistas de contención y demás, había medios centros, y solo había uno) elegido es el mítiquísimo Berto, del Oviedo. Futbolista con clase, en esa época no hacía falta tener un Gravesen para poder jugar al fútbol, pequeñito y peleón. 10 añazos de treinta y tantos partidos que hoy en día se verían truncados por el Diarrá de turno.
Por una banda, el mítico entre los míticos, el "Tato" Abadía. Un jugador peculiar: calvo y bigotudo desde los 24. Pasó incluso por el Atlético de Madrid y por ese Compostela de Caneda, pero hizo fama en el Logroñés de las Gaunas, antes de retirarse en 3ª en el Binéfar, el equipo de su pueblo. Un jugador de los de antes, con dos cojones. De los que pensaban que el "glamour" era una tienda de ropa cara y de los que no se echaban desodorante después de ducharse. Daba gusto verle correr bigotillo al aire, sin espinilleras, con las medias caídas y con la goma del pantalón dada de si, lleno de barro y luchando por cada balón como si le fuera la vida en ello. ¡Vuelve abadía!
Por la otra un jugador de otra galaxia: Onésimo. Onésimo es al regate innecesario lo que Bill Gates a la informática. Era capaz de regatearse al banderín de corner, pero jamás hizo más de 10 goles la misma temporada. Valladolid y Rayo vieron sus mejores tardes, aunque también pasó por el Cádiz y el Sevilla e incluso se tiró un añito casi en blanco en el Barça. Conocido también por que le gustaba más la fiesta que a Prosinecki.
En la media punta, el mago: Francisco. Sevilla y Español fueron sus equipos y es un jugador que es viejo desde siempre. Yo creo que nació viejo. Mucha clase, mucho toque, pero poca fuerza. Aquellos maravillosos años 90 permitían que jugadores como Francisco triunfaran. Si Francisco hubiera nacido 20 años después ahora mismo sería el entrenador de los juveniles del Osuna.
Arriba otro trotamundos: Goyo Fonseca, natural de La Seca en Valladolid. Jugador escurridizo, rápido y técnico pero que con la invasión brasileña que vivimos hoy en día jugaría en el Valladolid Promesas hasta los 26. Jugó muchos años en el Valladolid, pasó por Espanyol y Albacete para retirarse con todos los honores en casa. Incluso fue internacional en una ocasión, como los buenos, una y no más. Valga de ejemplo de la maestría de este personaje este video (Ver: minuto 3, gol de chilena y final del video. Todo un incunable del fútbol nacional). Nótese el aura que rodeaba el fútbol en esos trepidantes años: los pantalones cortos eran cortos de verdad y no hasta la rodilla como ahora. Cuando en las vallas de los estadios se anunciaba Gin Larios y cuando la policía nacional escoltaba al árbitro por que le tiraban las almohadillas. Cuando un personaje aleatorio le intenta pegar al colegiado con una bolsa de plástico. Cuando había líbero y nadie sabía lo que era un pivote.
Y para acabar el segundo delantero (si señores, se jugaba con dos delanteros antes del doble pivote). Alberto, la tanqueta, un gordo de metro noventaytantos capaz de meter lo inmetible y fallar lo infallable. Jugó en el Valladolid y en el Rácing y ostentó muchos años seguidos el dudoso honor de ser el jugador que más pesaba de toda la primera división. Os dejo con un vídeo de lo que sería este equipo de ensueño con pase (si, antes los pases eran pases y no asistencias) de Onésimo y gol de Alberto.
Señores, lo siento, me he extendido más de lo necesario... Se han quedado demasiados jugadores en el tintero y esto daría para hacer 20 equipos de grandes perlas...
Y acabo como he empezado... el futbol ha cambiado mucho.... pero a peor.
Un rellotge per governar-nos a tots
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El temps no són els rellotges. El temps és natural i els rellotges,
artificials. Una connexió tal, per tant, és forçosament falsa. Les coses
duen el seu ...
Fa 8 mesos