Grande, muy Grande, el más Grande.

Muchas veces. Demasiadas. La situación se repite: Me encuentro en una conversación con algún o varios cofrares sobre deporte de motor y al saltar el nombre de Carlos Sainz, no paro de oir más que tonterias aprendidas de los deportes de Antena 3. Por ese motivo, me parece necesario hacer este mega-post, el cual está formado de 3 partes. Disfrutad y, sobretodo, aprended, cabrones.



CARLOS SAINZ. PARTE I: NACIMIENTO DE LA LEYENDA Y BICAMPEONATO.


En una de las pruebas del Campeonato de España de Rallies de 1985, Antonio Zanini, máxima figura y dominador absoluto de los rallies españoles en la década de los 80 pronunció la sentencia con la que comenzó el mito: "Hay un niño con un Seat Panda que nos va a jubilar a todos". Ese "niño", de 23 años, se llamaba Carlos Sainz.

En su año de debut en el Campeonato de España consigue el subcampeonato, puesto que repetiría en 1986. Las palabras de Zanini se reflejaron en la actuación de Carlos en los años 1987 y 1988, consiguiendo el título, aplastando a sus rivales y convirtiéndose, con 25 años, en el referente español del mundo del motor. La gran actuación durante esos años le llevan a conseguir participar a los mandos de un Ford Sierra Cosworth en varias pruebas del Campeonato del Mundo durante el año 1988: San Remo, Montecarlo, Portugal y Mil Lagos. A pesar de participar en tan solo 4 pruebas, acaba 11º en la general, siendo el único piloto con un vehículo de tracción trasera entre los 15 primeros clasificados, pues el final de la década de los 80 estaba dominado por los vehículos de tracción total, especialmente por el Lancia Delta Integrale HF Turbo, una de las joyas de la historia del motor.

Gracias a la gran acutación de Carlos, Ove Andersson, por entonces hombre fuerte de Toyota, le confía el volante del Toyota Célica GT-Four para competir como 3er piloto en el que sería su primer Campeonato Mundial completo.

CAMPEONATO DEL MUNDO 1989. El DEBUT
El campeonato de este año tiene un dominador absoluto, el Lancia Delta HF Integrale Turbo, pilotado por el macarroni Miki Biasion. Por su parte, el equipo Toyota, con Juha Kankkunen a la cabeza, muestra un coche con poca fiabilidad y abundan los retiros. Carlos Sainz consigue tres podios durante el año y un 8º puesto en el Campeonato, convirtiéndose en la gran revelación, superando en muchas ocasiones al segundo piloto del equipo, Kenneth Eriksson.


CAMPEONATO DEL MUNDO 1990. EL PRIMER TÍTULO
Tras un primer año con el Toyota Célica GT-Four, durante las pruebas de invierno, Carlos Sainz demuestra a los ingenieros de Toyota su obesión por la preparación de la mecánica del vehículo. La poca fiabilidad de Toyota durante el año anterior lleva a sus dos pilotos principales, Kankkunen y Eriksson, a cambiar de aires. Juha ficha por Lancia, el mejor equipo aún durante el año 1990. El fichaje de Juha por Lancia le convertían en el clarísimo favorito al título de este año, mientras Toyota se había quedado en cuadro por la marcha de sus dos pilotos principales. La fe de los altos cargos de Toyota en Carlos Sainz, le permitió colocarse como primer piloto de Toyota. Este nuevo rol de Carlos en Toyota, levantó muchas críticas en el mundillo de los rallies por entender que una gran marca se ponía al servicio de un novato. El resultado: Carlos Sainz destrozó a todos sus rivales, incluido al "invencible" Juha Kankkunnen, con cuatro victorias, cuatro 2ºs puestos y un 3º. Ganó el Mundial con 140 puntos, con más de 60 puntos sobre 2º y 3º, los hombres de Lancia, Didier Auriol y Juha Kankkunen. La espectacular manera de conseguir el título le convierten en el hombre a batir. Además, Carlos regalaría para la historia del motor uno de esos hechos irrepetibles, conviriténdose en el primer piloto no escandinavo en ganar el durísimo Rally de 1000 Lagos, en Finlandia, tras 40 años desde que se instauró la prueba.

CAMPEONATO DEL MUNDO DE 1991. EL INVENCIBLE LANCIA DELTA 16v
La humillación sufrida a manos del "novato" Carlos Sainz, lleva a la marca italiana a desarrollar uno de los mejores coches que ha dado el mundo de los rallies: El Lancia Delta Integrale HF 16v. Aún mostrándose un coche muy superior al resto, la marca Lancia tenía como gran rivalidad las habilidades de Carlos Sainz, que a la postre, vence en 5 pruebas del mundial y acaba 2º el Campeonato del Mundo, colocándose entre los dos Lancia, a tan solo 7 puntos del campeón, Juha Kankkunen. Sirva de reflejo que su compañero de equipo en Toyota, Armin Schwarz, acaba el mundial 6º, consiguiendo 55 puntos, frente a los 143 de Carlos Sainz, con coches idénticos. Aún y su segundo puesto, Carlos es reconocido por la prensa y los aficionados, como el mejor piloto de la parrilla y se convierte en un ídolo entre los aficionados del Reino Unido, gracias a su sencillez, habiliadad y un tremendo Rally de Gran Bretaña, en el que intentando rebajar el crono como un poseso llevó su Toyota más allá del límite, acabando fuera de pista. La afición británica le otorga el apodo de "El Matador".

CAMPEONATO DEL MUNDO 1992. BICAMPEONATO.
Una vez más Lancia se presenta con el mejor coche y con su dos estrellas para repetir el título: Juha Kankkunen y Didier Auriol. Por otra parte, el ya grandísimo Carlos Sainz repite con Toyota, que cambia el GT-Four por el módelo Célica 4WD, buscando una superioridad mecánica de la marca italiana que no se produciría. El 4WD muestra los mismo defectos de fiabilidad que el GT-Four, pero la apoteósica exhibición de maestría de Carlos Sainz le convierte en campeón, ganando 5 pruebas y situándose de nuevo por delante de los dos Lancia. Sainz revienta a su compañero de equipo, el sueco Mats Johnson consiguiendo 124 puntos más que él en el campeonato. Sainz acaba 1º, Kankkunen 2º, Didier Auriol 3º y Mats Johnson 15º... No había duda, el pilotaje de Sainz estaba muy por encima del resto de pilotos, volviendo locos a los ingenieros de Lancia. Al finalizar la temporada, se produce un punto de inflexión: el patrocinador principal de Toyota, Marlboro, se retira en lugar de Castrol, una marca que resulta incompatible con el patrocinador personal de Carlos, Repsol. Dado el apoyo que Repsol mostró desde un comienzo, Carlos decide seguir con su sponsor y abandonar su coche talismán, Toyota. Lancia aprovecha la jugada para fichar al sueño de los italianos, el bicampeón Carlos Sainz.

CAMPEONATO DEL MUNDO 1993. EL ERROR ITALIANO
El fichaje de Carlos por Lancia provoca la salida de Juha Kankkunen y Didier Auriol, quienes se marchan a Toyota, en lo que se convierte en un intecambio de cromos. De manera inexplicable, Lancia no desarrolla durante el invierno su coche y vuelve a la versión anterior de Delta HF Integrale Turbo, un coche que se muestra inferior ante, ironías del destino, un Toyota Celica toltamente competitivo y, ahora si, fiable. Carlos Sainz tiene dificultades en la adaptación al vehículo y firma el campeonato más pobre de toda su carrera con un 8º puesto. Tras 4 años en que Lancia había conseguido el título de Constructores, Toyota se hace con este honor, el año despues de dejar marchar a su mejor piloto. Es destacable la sonora aparición en este Mundial del, a la postre, legendario Fod Escort RS Cosworth, con el que François Delecour se coloca en 2ª posición en la casificación final.

CAMPEONATO DEL MUNDO 1994. SUBARU

La gran decepción de Carlos le hace abandonar inmediatamente la marca Lancia, optando nuevamente por un equipo japonés, en esta ocasión Subaru. Como compañero de equipo se encontraría a Colin McRae. El campeonato de 1994 cuenta con una parrilla completa de estrellas, considerándose una de las mejores de la Historia, en la que tomaron parte pilotos como Juha Kankkunen, Didier Auriol, Carlos Sainz, Colin McRae, Ari Vatanen, Tommi Makkinen o Miki Biasion. Este año, Carlos hace todo lo posible por alzarse con el título pero un inspiradísimo Didier Auriol, a bordo del otrora vehículo de Sainz, Toyota, se alza con el Campeonato. Sainz gana 1 prueba y consigue 4 podios en su primer año en subaru, acabando 2º en el Mundial, a 17 puntos de Auriol. Este año comenzaría una gran rivalidad con su compañero Colin McRae. Estos dos pilotos acabarían desarrollando el que, a la postre, sería el mejor coche de rallies que Subaru ha puesto sobre la pista.