12 de juny del 2007

Microrrelato de S

(bueno cans i cusses, he decidit donar per acabada sa meva sequia com a posterman, es por eso que , tengo la intención y intenciono, de posar per aquí un microrrelat (que en es blog pareixerà una novela èpica) per canviar un poc es registre literari des blog i pegarme-les de cultureta i pedant, pes qui ho llegeixein, esper que vos agradi!)

Un dia en la vida de S

Al cerrar la puerta de su casa S se preguntó si aquel no era el mismo ruido de cada día, si las prisas que llevaba para ir a trabajar al cine no eran exactamente las mismas de ayer, en definitiva, se dio cuenta de que estos últimos años podían resumirse explicando un día cualquiera de su eterna monotonía. S dejo aparcadas sus estúpidas divagaciones y se apresuró hacia el trabajo. Antes de salir a la calle se topó con el cartero, con el cual solían dedicarse miradas un poco hostiles acompañadas de un ligero movimiento de cejas. Pero ese día el cartero estaba más cabreado de lo normal. Colocaba las cartas con gran violencia y ni siquiera se percató de la presencia de S. “Vaya gilipollas, seguramente ayer se encontró a su mujer en la cama con un negro, o pilló a su hijita de 15 años tomando píldoras anticonceptivas” pensó S de camino a la parada del bus.
El puto bus que le llevaba a Plaça Universitat daba pena, para S la TMB era la empresa más hijadeputa de todo el planeta. Esos asientos le cargaban los riñones y hacía tiempo que no podía mear bien “puto asco de bus para proletarios”. S se quedó mirando a una chica que estaba de pie, la pobre no era muy agraciada, pero ejercía sobre S una gran atracción sexual. Llevaba la típica ropa de universitaria cool del momento, sobre la que se columpiaba una melena de pelo moreno mate. No era su tipo, ni tenía su edad, pero S tuvo un par de fantasías con esa joven universitaria del montón. Ella se percató de las miradas y se sentó a su lado con un “hola” que, desde la timidez, sonaba como una súplica de permisividad. S, no dijo nada, giró la cabeza y se puso a mirar por la ventana pensativo. Pensaba que aquella chica no era socialmente adecuada para él. Le atraía y se la follaría sin dudarlo, sin embargo no era un cambio justo. S pensaba que era mucho más agraciado y que en el cambio carnal salía perdiendo. Ella se tiraba un chico maduro y él lo que socialmente era un puto callo. Para S había que respetar lo impuesto por la sociedad, si la gente era mercancía (que atendía a la ley de la oferta y la demanda en el mercado del sexo) él no tenía porque entablar ninguna conversación. “si somos mercancías para nosotros mismos hay que joderse y acatar” este pensamiento le dio cierta rabia y le provocó a su vez un malestar que le duraría todo el día. Si solo miramos a los demás como instrumentos para la consecución de nuestros deseos, ¿donde quedan las relaciones auténticas? Pensó que todos esos pensamientos eran una soberana gilipollez y también que hacía siete meses que no follaba.
El cine donde trabaja como acomodador estaba bien, el empleo era seguro y tenía buen sueldo, pero le producía continuas depresiones. A pesar de todo, la relación sueldo/gastos farmacéuticos, le salía favorable. Pero la gorra del uniforme lo rebajaba al nivel de estúpido acomodado en la estupidez. Llevaba siete años en aquel cine.
Una señora de unos setenta años se le acercó para que la dirigiese hacia la sala. Estaba toda pintada de anacrónico y barato maquillaje, y llevaba un vestido marrón con infinidad de broches de su visualuela. Iba al cine como quien va a una boda Seguramente porque en los tiempos, donde su cosmovisión tenía sentido, ir al cine era mucho más que ver una película, era un ritual más para la socialización y para la consumación de matrimonios monogámicos que se auto perpetraban. Todo eso había cambiado. La señora quería asegurarse de que la película escogida era la correcta así que llamo a su hija por el móvil para asegurarse. Su manejo con las nuevas tecnologías era lamentable, en general toda su generación no entendía su funcionamiento, pero se vanagloriaban de su modernización practicando el ridículo intento de marcar el número, de memoria, y hablar chillando con alguna persona que, en otro rincón del planeta, se avergonzaba de la llamada tan escandalosa. S se vio así mismo como aquella señora en un futuro, lo cual le provocó una sonrisa y cierta tristeza. Tal como se estaban dando los cambios en el mundo, de aquí unos años él mismo sería un ser prehistórico, y también intentaría adaptarse al medio con un total y estrepitoso fracaso.
Unos minutos más tarde llegó una pareja, los dos de unos 17,18 años. Parecían salidos de una revista tunning, movimiento y tribu urbana que S despreciada por la incomoda sonoridad de su música, que era tan sintética como la personalidad de los conductores de aquellos coches, que más que coches eran atentados estéticos, toda una crítica a la civilización occidental. “Ey nen donde tá la peli de los masseratis” patético, un coche le proporcionaba más placer que su novia. No se sabía que era el utensilio y que el objeto de deseo, si los coches o la novia. El chico llevaba grandes pendientes, corte militar y una camiseta de la marca Bultaco, una marca de motos, motores o de ciclomotores de refrigeración hidráulica, no lo sabía bien. La chica parecía más humana, es decir, parecía que tenía sentimientos propios, sin embargo arrastraba en su mirada los restos de una adolescencia basada en la revista super pop. Tenía un gran escote, un precioso culo y unos labios bien carnosos. S notó que tenía un principio de erección, pero todavía le quedaban 30 minutos para el descanso.
De camino a casa se notaba especialmente cansado, el trabajo no tenía ninguna dificultad física ni mental, sin embargo tenía que tragarse todas esas películas que muestran las vidas de plástico de personajes aventureros y perfectamente conectados al sentido de la vida. La gente veía esa mierda y le servía para seguir intentándolo, no desesperar en su propósito de vivir todo el tiempo biológico que les corresponde, “quizás algún día aparece él” debían preguntarse las mujeres que acudían a la sala. Sin embargo S ya sabía como era la vida, y eso le cansaba.
Al llegar a casa se duchó como de costumbre, se hizo dos pajas pensando en un trío con la tetona quillaca y la chica del bus, y se puso a cenar. Mientras cenaba solía escuchar algo de Stravinsky, le parecía algo bastante intelectual, y eso le ayudaba a superar su trauma con la gorra de su uniforme de empleo. Además mientras escuchaba música clásica se veía a sí mismo como Anthony Hopkins en El silencio de los corderos, y eso le gustaba. Cenó de un sándwich de atún alteza en aceite de colza y se dispuso a abrir el correo. Vio una carta de la mutua, seguramente los resultados de sus análisis de sangre. Alomejor el problema de riñones era provocado por una disfunción en el nivel de plaquetas, de niño no había tomado mucha leche. Pasó de leer todas las oraciones burocráticas, él se consideraba un verdadero aventurero. En la 213 línea leyó: “los resultados determinan que es portador del síndrome de inmunodeficiencia adquirida”. Empezó a temblar. Lo releyó. Lo volvió a releer. Gritó desconsolado e incrédulo durante 3 minutos, luego empezó a llorar. Estuvo dos horas llorando sin pensar nada. Había adquirido el Sida, solo podía haber sido aquella puta. Siete meses antes S fue a una discoteca, una chica lo cogió de la mano y lo llevó al lavabo, estaba muy buena, pero no dijo ni una palabra. Se la chupó en un baño mugriento mientras de fondo sonaba el enjoy the silence de Depeche mode, después se quitó el tanga, se sentó encima de S y follaron a lo loco durante 24 minutos. Uno de los mejores polvos de S. Ella lo miraba intensamente, podía ver en su mirada un lamento, que en ese momento S fue incapaz de descifrar. Cuando S eyaculó sobre su culo ella desapareció, para siempre. S la buscó toda la noche, la recordó durante varios meses, ahora había tenido noticias de ella, nunca se había ido, siempre había estado dentro de S incubando lo que sería su muerte. Después de aquella noche en la discoteca, S había incrementado su autoestima; hacía bromas, creía en la política, incluso volvió a matricularse en la facultad. Sin embargo ahora estaba llorando, (hacia quince años que no lloraba), le salían los mocos, respiraba violentamente, tenía convulsiones, y estaba solo. No sabía porqué, pero despreciaba su vida, él era cínico y escéptico pero ahora quería aferrarse a la vida como si fuera el regalo más preciado. En otro tiempo hubiera deseado una noticia así, ahora veía la cercanía de la muerte, la imposibilidad del cambio. Estaba a punto de desmayarse. En ese momento la tensión arterial se recuperó, y S pudo pensar más en calma. No haría tratamiento, se iría a la India, la cuna de todas las religiones a morir como los Dioses. Escribiría cartas, haría surf, turismo sexual y fumaría opio para aliviarse. Calculó que debían quedarle unos meses, quizás algún año. Empezó a sentirse bien, por primera vez se sintió vivo. Una vez que el horizonte de la muerte se hace efectivo es fácil encontrar EL sentido. Volvió a mirar la carta para ver si ya daban un pronóstico determinado del tiempo que le quedaba. Entonces lo vio, la carta iba dirigida al Sr. L. El puto cartero frustrado se había equivocado. Se rió como un niño, se alegró porque no iba morir él sino otro. Se la sudaba quien fuera L, “que se joda haberse puesto capucha o pinchado con otra jeringuilla, puto subnormal”. S quemó la carta, mientras la veía arder pensó que aquella carta le había otorgado los momentos más intensos de su vida, le había hecho sentirse vivo, irónicamente. Al pensar esto empezó a vomitar. La vida le había hecho una de sus famosas muecas, y por extraño que parezca deseaba que volviera a pasarle, deseaba volver a contemplar la muerte de cerca. Una tristeza inmensa le sobrevino, se tomó dos somníferos, se conectó al pornotube y se hizo otra paja pensando en la chica del bus. Quería ser amado, hacer el amor con una chica, enamorarse, cuidarla, y dedicarle toda su vida. Pero a la mañana siguiente tenía turno de mañana, otra vez, no había tiempo para pensar en gilipolleces, los somníferos hicieron efecto y se durmió placidamente.

14 comentaris:

cuads ha dit...

caudillo! me pots canviar aixó? llevarm-e sa cursiva i posar-me sa lletra un poc més grossa...la lio como siempre, es q no me surt sa puta basura aquella per canviarho i ned a lo moussambani...

xavi santvi ha dit...

plas! plas! plas! plas!...bé cuads! molt bé! un impactant relat sobre el fracàs, la vida ridicul, la pantòmima. Llegiré tot lo que me donguis.

rufire ha dit...

Bé Cuads, una bona historia encar que la trob un poc massa depriment. Possiblement has tret lo pitjoret de sa nostra societat des benestar des de es teu particular punt de vista critic. Nova secció?? Reltos del hombre S by Cuads? No estaria malament. També crec que sa podria fer un relat colectiu de tots es cofrares que vulguin participar i que cadascun escrigui un relat cada setmana.Només són idees per donar-li un caire més "intel·lectual" a nes blog

PD: per cert "hablar chillando con alguna persona que, en otro rincón del planeta, se avergonzaba de la llamada tan escandalosa" feia referencia a sa teva manera de comunicar-te pes mòbil? jejeje.

tofito ha dit...

buff, personalment no m'ha agradat

Marc ha dit...

M'ha agradat molt, interessant i reflexiu...
Segueix així, tio, no sabia que tb escrivies prosa!
Estudiar i avon eres?¿
Ja l'he editat, te sembla bé així...?

marco ha dit...

Enhorabona, falten drogues a punta pala i ets s'Irvine Welsh de sa cofradia. Realment té moments molt bons, i sa reflexió general és molt lúcida...esper es pròxim amb impaciència!

Xavier Peña ha dit...

Realment impressionant, sí senyor...
Enhorabona Cuadros!

Llorenç de Pina ha dit...

Realment m'ha agradat/impressionat a parts iguals.
Sa història és bona, i es gir que pega quan veu a qui anava destinada sa carta fa pensar, com se poden canviar es sentiments i sa forma de veure ses coses en un parell de segons: primer pessimista, després optimista i després més fill de puta que mai. Una reacció que impacta.
I s'estil també, amb tots aquests detalls "insignificants" (com quan se topa es carter) li donen realisme, com si fossis allà (tipo l'Estranger o ses novel·les d'en Kafka)

Segueix així!
Un parell de relats més NPFGM

Edu ha dit...

Buen relato (guiño welshiano)... Al principio no quería seguir leyendo porque imaginaba que mas adelante encontraría implícitas alusiones al turismo sexual del Sr. S (guiño kafkiano). Pero no.

El cartero, profesional mas puteado de la Humanidad, hoy y siempre.

Nate ha dit...

Agüero!!!boluuuuudo!!!q linda la prosa, pero tu eres Maradoooona o q??
Molt be crackot, m'ha encantat, emocionat, sincerament nikel!
un bon system de lectura abans d'anar a jeure. En vull una cada vespre!!

tofito ha dit...

vist q ses opinions van més enllà de un "m'agrada" o "no m'agrada" diré sa meva també:

com he dit abans no m'ha agradat, sa història és bona no se pot negar però hi ha moltes coses q no me molen. Que consti q tot forma part de sa meva humil opinió i en cap cas crec q jo ho fes millor.

gairebé no deixes res a càrrec de s'imaginació des lector, ho dones tot massa rovegat i sutilesa zero. A vegades empres paraules malsonants que si fossin substituides per altres més suaus podries aconseguir un efecte molt més fort.

Ahí van ses meves preguntes:

- pot ser q es personatge akest tengui simptomes de grans problemes amb individus de s'altre sexe?

- que té akesta història d'autobiogràfica?

- Kin tipus de significat té sa cita de "El silencio de Los corderos"? Admira en Lecter?

- Paradoxa: se refereix al carter com a frustrat quan ell és acomodador amb gorra, ho has fet aposta?

- es tio akest curra 14 hores? ja que surt es dematí i torna a hora de sopar?

ale tito, després d'un anàlisi més intens veig q tampoc està tan malament! otro! otro!

cuads ha dit...

bueno penya , sincerament me mola q hagi caigut molt bé, motiva!

tofol...quin sistem d'analisis, com t pots imaginar és un relat escrit a matar, ni jo mateix me vaig posar a pensar es detalls tan a saco, més q res perque és un relat i no una historia vertadera,un personatge, una manera de pensar i una historia... però bé allí van ses respostes:

-clar q té problemes amb individus de s'altre sexe, com casi tothom.

-té d'autobriogràfica q jo me faig tantes palles com ell.

-lo del silencio de los corderos trobava q kdava bé

- s'en riu des carter perque ningú li cau bé, ell tampoc se cau bé a sí mateix.

- ara q ho pens, alomillor curra a "turno partido" pero just volia escriure dos fols.

tofito ha dit...

ok!

- Te recoman q llegeixkis "Hanibal", no te puc donar sa ferència de pàgines exacte però te pot ajudar molt si vols escriure relats tipo es des senyor S.

- Te recoman q revisis sa serie Malcolm, vigent a sa pàgina de peliculasonline, personatges clarament marcats per es caracter de sa mare.

Anònim ha dit...

Molt bé, molt bé, molt bé!!

M'ha agradat molt, molt bones ses reflexions.
Hi ha més d'un i de dos que se senten així i pitjor, però ho disimulen (o sobreviuen) i ningú ho diria!!

Molt bò lo des canvi emocional en qüestió de segons.
Segueix escrivint Joanet i si sa fa una secció de relats m'apunt a participar des de sa meva humilt afició a s'escritura.

Marga Bonet